empleados

La crisis actual debe servir para aprender de errores y desenfoques empresariales; también para repensar qué es lo más importante para un buen liderazgo empresarial. ¿Diríamos que lo más importe es obtener beneficios? ¿O, tal vez, es más importante el producto y la satisfacción del cliente?

Es evidente que, sin beneficios, ninguna empresa puede tener continuidad por mucho tiempo, pero más importante aún es tener un producto competitivo y lograr que los clientes queden satisfechos. Sin esto, no hay beneficio duradero. Bill George, que fue CEO y después presidente del Consejo de Administración de Medtronic, una conocida y rentable empresa de alta tecnología médica, afirmaba: “el objetivo de cualquier empresa radica en una cosa: el servicio de nuestros clientes… La capacidad de una empresa para sobrevivir y prosperar es directamente proporcional a lo bien que sirve a sus clientes.” (Discurso en la aceptación del premio de la Academy of Management al mejor ejecutivo del año en 2001). De acuerdo, pero ¿quién es el artífice de este servicio? Sin duda, quienes trabajan en la empresa, en sus diversos niveles; y, de otra manera, también quienes aportan capital y el entero entorno social que permite el éxito de la empresa. En definitiva, lo más importante de la empresa deben ser las personas, empezando por los trabajadores que aportan, no algo externo a ellos mismos, sino su actividad personal. 

Dar a los trabajadores  un trato adecuado es, en primer lugar, una exigencia ética, pero tiene también repercusiones en la buena marcha de la empresa. Un trato adecuado exige reconocer que se lidera a seres conscientes y libres, y eso exige veracidad y una participación adecuada a cada situación.  Coincido con Isidro Fainé, presidente de Caixabank, quien afirmaba“liderar es una cuestión de confianza, de libertad, de vivir en la verdad”. Y añadía:  “Lo importante es tener un proyecto y hacer partícipes del mismo a tus colaboradores, que tienen todo el derecho del mundo a saber para qué trabajan, no constreñirles”. Respondiendo a una pregunta sobre quién es el más importante en una empresa, el empleado, el accionista, el proveedor, el cliente, la respuesta de Fainé fue ésta: “por supuesto, lo más importante es el empleado, si éste está motivado, trabaja a gusto, hará las cosas bien y el cliente será bien atendido y, a su vez, estará satisfecho y, en consecuencia, se conseguirán los objetivos y, por lo tanto, los accionistas recibirán su compensación, lo mismo que los proveedores sirviendo a una empresa sostenible”. 

Si es así, la vieja polémica de si hay que orientar la dirección de empresas a maximizar el valor del accionista o el de todos los grupos involucrados en la empresa, llamados también grupos de interés (stakeholders) queda resuelta al mirar al largo plazo.  George mira en primer lugar al cliente y Fainé a los empleados, pero enseguida focaliza la atención en los clientes. Ambos coinciden, sin embargo, que el cuidado de los clientes, a largo plazo, mejora el valor para el accionista.

No se debe confundir urgencia e importancia. En algunos directivos, los problemas urgentes de deuda y financiación pueden hacer perder de vista lo realmente importante a largo plazo: cuidar a los empleados y contar con ellos y, a través de ellos, cuidar también a los clientes. Creo que es una clave siempre oportuna, pero especialmente ahora, para salir de la crisis.

 

FUENTE: IESE.EDU

competencia

No siempre existen todas las respuestas. En ocasiones la mejor forma para averiguar algo es hacer una pregunta. ¿Tú qué opción eliges?

A primera vista la pregunta del post puede parecer un poco tonta. “Evidentemente es mejor vender un producto con mucha demanda que con poca”. Esto sería cierto si no tuviéramos en cuenta el factor de la competencia. Donde hay mucha demanda suele haber mucha competencia.

Sobre todo cuando lanzas una start-up no debes tener miedo del hecho de que existan otras empresas en tu mercado cuando hables con inversores. El hecho de que tengas competidores es que no eres el único que considera que es potencialmente un negocio atractivo en el que te has emcarcado. Es más. A un inversor le va a echar atrás el hecho de que un emprendedor le diga que es el único explotando un mercado, con el potencial de miles de millones de euros. ¿Es poco probable, no?

Así que tenemos dos formas de afrontar el tema de la situación competitiva:

Mercado nicho con poca competencia

Las ventajas de un mercado nicho con dimensiones reducidas puede llegar a ser la ausencia de una gran cantidad de competidores. Si no es el caso ni te metas. En los nichos tienes la posibilidad de dominar y actuar desde una posición de líder.

El gran reto es superar las barreras en forma de tamaño de mercado. En este caso lo que puedes hacer es, realizar acciones para aumentar tu público objetivo. Un caso parecido lo tenemos con la empresa de deportes Salomon. Hace años que se mueve en el nicho del trail running. Han conseguido que este nicho de mercado que hace años estaba reservado a pocos “frikis” haya logrado una popularidad impresionante. Esto en parte igual se lo deben también al patrocinio de Kilian Jornet que ha aportado en gran medida que este deporte haya crecido tanto y haya atraído a muchos corredores de asfalto a las montañas.

Empresas más grandes como Asics intentan ahora también meter cabeza. Juegan con la ventaja de liderar el mercado aunque evidentemente no te puede quedar nunca dormido.

Puede ser un posicionamiento para una empresa que no tiene grandes ambiciones de crecer y no quiere malgastar sus recursos en luchar contra competidores. Aunque igual te parezca sorprendente pero existen emprendedores con esta filosofía y tampoco es necesariamente algo malo querer ganarse la vida estando un poco más relajado (siempre que se pueda, claro).

Gran mercado con mucha competencia

Esto son los mercados tradicionales de toda la vida de gran consumo. La clave está en diferenciarse como sea del resto para no parecer uno más del montón. El marketing juega un rol fundamentalporque las diferencias a nivel de funcionalidad pueden llegar a desaparecer en algunos segmentos o son tan mínimos que no se perciben.

Es un mercado donde tienes que moverte continuamente. Un liderazgo a día de hoy no te garantiza seguir en esa posición el día de mañana. Hay que romperse la cabeza para estar en las cabezas del usuario a la hora de tomar una decisión de compra. Es un juego complejo en el que hay mucho que ganar y mucho que perder.

No existe un modelo perfecto aunque el caso de Salomon probablemente se acerque bastante a ello. Sería iniciar en un mercado nicho con poca competencia y volumen haciendo una apuesta hacia un futuro crecimiento. Eso podría ser una forma ideal aunque me da a mí que es increíblemente difícil de detectar y depende mucho de la suerte que podamos tener. Aunque el trail running sea un nicho, siempre ha sido un mercado que movía bastante dinero aunque no suficiente para empresas muy grandes como Asics (por lo menos en sus inicios).

Las necesidades en un mercado se pueden crear desde cero pero requiere educación del consumidor. El ciclo de venta es mucho más largo. Se arriesga que lo que se siembra durante un tiempo no da sus frutos y luego los ingresos nunca llegan. La decisión no es obvia

FUENTE: MARKETINGGUERILLA.ES

encuesta

En un año como en el que nos encontramos, con un entorno político sufriendo grandes cambios, con multitud de convocatorias electorales por todo el país  y donde la población demanda más que nunca información sobre partidos y políticos, se dibuja un panorama muy interesante de cara a los Institutos encargados de realizar sondeos electorales. 

Este panorama ha hecho que el Comité de Ética de AEDEMO solicite a estos institutos la necesidad de cuidar la calidad de cualquier sondeo electoral realizado. Esta premisa es muy importante y necesaria, no sólo por que son un referente de nuestra profesión, sino también para ayudar a los encuestadores a hacer más fácil su trabajo, ya que si la población confía, se prestará más a colaborar en la realización de encuestas y sondeos.

Además de publicar sondeos de calidad, el Comité de Ética hace referencia a otro objetivo igual de importante: la transparencia. ¿Cómo se consigue? Es importante que los sondeos estén acompañados de su correspondiente ficha técnica que incluyan al menos los siguientes datos:

  • Ámbito y Universo
  • Tamaño de la muestra
  • Método de muestreo
  • Tratamiento previo de la información (si procede)
  • Recogida de información
  • Fechas de realización
  • Organización responsable de los trabajos

Por tanto, para que el objetivo de transparencia sea real es necesario facilitar no sólo los resultados del sondeo sino también la información de dónde se ha extraído estos datos. Y hacerlo en el formato más adecuado para el público al que vaya dirigido.

AEDEMO sugiere la necesidad de hacer pública toda la información a través de los portales web de los institutos, para facilitar el trabajo a los medios de comunicación, quienes tendrán acceso a la ficha técnica, pudiendo enlazarla en sus medios, y cumpliendo así con el objetivo de calidad y transparencia, y dando la posibilidad al público de constatar la validez de las mismas.

FUENTE: AEDEMO