test de concepto

El Test de Concepto es un estudio que se realiza cuando el producto o servicio está en fase de idea. Podemos tener bocetos, una descripción más o menos detallada, pero carecemos de prototipos o los que tenemos son demasiado burdos para ser útiles en la investigación.

¿Es conveniente invertir en investigación en esta fase? Depende. Hay dos preguntas que debe formular para decidir si hacer o no un Test de Concepto antes de desarrollar un producto o servicio.

La primera pregunta tiene que ver con los costes de la prueba/error. Efectivamente, deberá medir el volumen de inversión necesaria para desarrollar prototipos en caso de que se trate de un producto o del desarrollo de los elementos necesarios para la prestación del servicio y contabilizar qué parte de esa inversión es recuperable en caso de que el mercado no responda favorablemente. Si el importe es realmente bajo, quizás convenga apostar por la prueba / error. Pero aún y así, al no realizar una investigación previa se pierde información y por lo tanto la posibilidad de ajustar su oferta a las necesidades reales del mercado. Pero debemos reconocer que, aunque no es lo ideal, quizás pueda prescindir de la investigación. En cambio, si los costes son elevados conviene realizar primero la investigación, esto le permitirá realizar modificaciones y ajustar su oferta a la demanda del mercado. Y en el peor de los casos, si su propuesta no tiene una aceptación suficiente, te habrá salido mucho más barato.

La segunda pregunta tiene que ver con el impacto que puede tener sobre la empresa o la marca el  lanzar un producto o un servicio fallido. No hablamos de costes sino de la repercusión en la imagen, posicionamiento y credibilidad de la marca. Desarrollar una versión Low Cost o apostar por la diversificación, son dos ejemplos que implican un alto riesgo, no solo para el lanzamiento del nuevo producto o servicio, sino para la trayectoria de la empresa en su globalidad. El problema es que esta pregunta no tiene respuesta sin investigación y si no se realiza una investigación previa, luego puede ser demasiado tarde.

Si opta por investigar, un Test de Concepto te puede ayudar a:

  • Evaluar la viabilidad del concepto.
  • Medir la aceptación de la idea, detectando los aspectos positivos y negativos asociados a la propuesta.
  • Establecer el grado de proximidad / lejanía con respecto a productos o servicios más o menos similares y conocer los hábitos de consumo de tu mercado potencial con respecto a ellos.
  • Determinar el perfil e imagen del producto ideal.
  • Conocer las marcas o empresas que se asocian a un producto/servicio de esas características.

¿Ha realizado algún test de concepto? ¿Quiere compartir su experiencia? Como podemos poner esto para que la gente responda y así ser dinámicos.

Fuente: www.estudiodemercado.com

 

foto: CraftyGoat

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