Los jóvenes de hoy no votarán como sus mayores cuando alcancen su edad

Las encuestas del CIS muestran desde hace un tiempo que el factor edad es una variable especialmente significativa para explicar los profundos cambios que se vienen produciendo en el sistema político español.

En el último se confirman tendencias. La famosa divisoria electoral por grupos de edad se mantiene, y así los partidos tradicionales concentran sus votos en las franjas de edad superiores y, en cambio, las nuevas formaciones tienen más seguimiento entre los más jóvenes. A mayor edad, a menor nivel de estudios y a menor volumen de población en el lugar de residencia habitual, más posibilidades de votar a PP, PSOE y demás partidos tradicionales. También las franjas de edad superiores, de los 55 para arriba, son las que tienen más experiencia de participar en partidos políticos y en sindicatos, y, sin que uno cosa lleve forzosamente a la otra, son asimismo más tolerantes con la corrupción.

Hace unas semanas se leyó la tesis doctoral de Oriol Bartomeusen la UAB dedicada especialmente a analizar el impacto del relevo generacional en el escenario electoral catalán desde 1979. A partir del 2004 se iguala el peso de los nacidos antes de 1960 (las generaciones de la guerra y de la posguerra) con los nacidos con posterioridad (las generaciones del desarrollo y de la democracia) y las cosas cambian más deprisa. Lo que demuestran los datos de Bartomeus, confirmados en los sondeos recientes del CIS, es que cuanto más jóvenes, más individual y cambiante es su opción electoral. Los votantes de más edad tienen un comportamiento electoral más de “nosotros” que de “yo”, y al mismo tiempo son más previsibles y leales en sus decisiones electorales finales.

Bartomeus apunta a que más allá de la edad concreta de cada quién, lo que marca los comportamientos generacionales son las transformaciones y alteraciones que afectan los formatos y los mecanismos de socialización política: familia, trabajo, relación, comunicación. No es por tanto solo un tema de edad. Tiene que ver con el cambio de época. Los jóvenes de hoy no votarán como sus mayores cuando alcancen su edad.

Fuente: El Periódico